Una prueba genética puede ayudar a predecir la evolución de la artrosis de rodilla. Esta enfermedad no tiene cura, y afecta a alrededor de 200 personas por cada 100.000 habitantes, yendo en aumento con la edad.
La artrosis de rodilla no tiene cura, pero algunos tratamientos pueden ayudar a controlarla. La utilidad del test, que la empresa Bioibérica Farma ha presentado en el reciente congreso de la Liga Europea Contra el Reumatismo (Eular) que se ha celebrado en Madrid, da cuatro niveles de riesgo: mínimo, bajo, medio y alto.
“Los resultados ayudan a que médico y paciente sean más conscientes de la enfermedad y puedan actuar sobre ella. Si un paciente sabe que su artrosis evolucionará rápido desde un punto de vista genético, se tomará más en serio las medidas de tratamiento no farmacológico y farmacológico, así como las recomendaciones de su médico. Además, seguramente tendrá que someterse a controles más frecuentes”, afirma Josep Vergés, director médico del laboratorio.
Los ensayos, hechos en España con 281 pacientes con artrosis primaria de rodilla, 31 centros sanitarios españoles y profesionales de diferentes especialidades (reumatólogos, traumatólogos, rehabilitadores y médicos de atención primaria), han demostrado una fiabilidad del 82%. Un segundo trabajo realizado en EE UU lo verificó y permitió la validación de la prueba por los Institutos Nacionales de Salud del país.
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